En el mundo de las licencias de los juegos, todo vale, y a veces nos encontramos con algunas verdaderamente rocambolescas, y otras, que aunque partiendo de un buen producto inicial, por las prisas o las presiones, las compañías hacen cualquier cosa con tal de cumplir una fecha, y lanzando juegos, que a veces necesitarían varios meses (o años), de desarrollo.
Si hay algo, que de por si, parece “inconvertible” en forma de juego, son los dramones de la tele, pero en el siglo pasado, cualquier licencia era buena, si era lo suficientemente popular en TV. Gracias a estos “desalmados”, podemos contar con “joyitas” de la calaña de las que os traigo hoy, alguna deja a los “patitos”, a la altura del betún, ¡estáis avisados!.
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