Hace unos días, viendo mi colección de juegos de Saturn, depositada en archivadores de discos, por falta de espacio, se me ocurrió algo… ¿Y si cierro los ojos, abro el archivador, saco un juego, y lo analizo en el blog?, pues eso es lo que pienso hacer de cuando en cuando, con los juegos que tengo almacenados “en masa”.
Hoy, para inaugurar esta atípica sección de “Análisis a ciegas”, el juego que me ha salido al poner la zarpa sin mirar en el primer archivador de Saturn, ha sido este desconocido (en Europa) juego de la mismísima SEGASoft, Scud: The Disposable Assassin”, ¿le echamos un vistazillo?.
¿Quíen es ese Scud?
(Info de Wikipedia)
Publicado a finales de los noventa, y resucitado para darle un final digno en el 2008, Scud: The Disposable Assassin es un divertido y acelerado cómic de ciencia ficción creado por Rob Schrab, sobre un mundo en el que quien quiera puede comprar en las máquinas expendedoras, robots asesinos, que matarán el objetivo que les especifiquemos para luego autodestruirse.
El protagonista de la historia es Scud, un robot estándar de la serie Heart Breaker 1373 modelo asesino. En su primera misión, se le envía a matar a Jeff, una violenta robot femenina mutante con trampas para ratones en las manos, un enchufe como cabeza y un calamar como cinturón.
Scud se enamora de la robot, e ignora la orden de destruirla, tan sólo hiriéndola, lo que hace que no se ejecute el comando de autodestrucción.
El juego de Saturn
A mediados de los noventa, viendo que los “gráficos reales”, o sea el bodrio del FMV, dejaban alucinando a los pardillos de turno (como el que os escribe esto, sin ir más lejos), la industria se esforzó porque sus juegos de toda la vida, tuvieran un mejor aspecto visual, despreciando a los artistas del maravilloso pixel-art.
Así, se pusieron de moda dos tendencias, la primera la de los gráficos digitalizados, algo que empezó casi con exclusividad en los juegos de Strip Poker, para enseñar “cacho” en más colores, pero que finalmente alcanzó su popularidad máxima con juegos de lucha como Mortal Kombat.
La segunda tendencia, era la de “generar” los gráficos que usaría el juego, en ordenadores o estaciones de trabajo más potentes que el formato de destino de esto, dando al producto final una pinta impresionante.
Desde las aventuras más o menos interactivas, como 7th Guest o Myst, hasta arcades de la talla de Super Stardust o Donkey Kong Country, esta técnica, llamada “pre-renderización”, fue empleada hasta la saciedad en todo tipo de productos.
Con la llegada de las primeras consolas de 32 Bits, y teniendo en cuenta que el colorido del que disponían era mucho mayor que sus predecesoras, algunas compañías insistieron en usar este tipo de gráficos, que a mi, sinceramente, no me terminaron de entusiasmar nunca.
SEGA, que fue capaz de crear un auténtico cómic viviente en Comix Zone, prefirió tirar por lo fácil y usar este tipo de gráficos en las dos adaptaciones (PC y Saturn) de este cómic independiente, adaptaciones de las que se encargaría el mismo equipo, Syrox Developments, veteranos en SEGA, que con el tiempo se convertirían en “Climax London”.
El juego, bastante decente en todos sus aspectos, nunca fue lanzado fuera de Norteamérica.
SCUD, es una suma de ideas (no todas buenas) con pinceladas de Run’n’Gun Clásico, plataformas y shooter en primera persona, que usas varios esquemas de control, algunos, muy, pero que muy locos.
Si somos solo jugador, podremos elegir jugar de dos maneras; Con el control clásico, que nos hará disfrutar de un bien realizado, pero algo monótono juego al estilo Earthworm Jim, con algunas fases bastante originales, y alguna en primera persona.
La segunda manera, es prescindir del control, y sacar el polvo a la pistola, con lo cual las fases del juego cambiaran radicalmente. Si bien los escenarios son los mismos, no así las fases, ya que todo el juego se transforma en un “Operation Wolf” frenético, pero algo aburrido, a menos que tengamos dos pistolas, las cuales, podemos usar en el modo de un jugador como si fuéramos el mismo Scud, ¿mola, eh?.
Si somos dos jugadores, pues más de lo mismo, con la diferencia, que el segundo puede llevar la pistola y nosotros el personaje, con lo que nuestro amiguete se ocuparía exclusivamente de liquidar a algunos jefes finales (como el que os pongo por aquí abajo), y de limpiar de ratas los pesados túneles de la segunda fase.
Scud, es básicamente una especie de “Earthworm Jim” renderizado, y aunque por lo que se ve en las primeras fases, parece mucho más lineal que el juego del gusano con traje, conforme vamos avanzando, nos encontramos con escenarios con plataformas, y otros que además incluyen los infames túneles, unas fases en 3D, que nos servirán para ir de pasillo en pasillo.
Los decorados, son bastante variados, pero no muy largos (el juego entero se puede recorrer en una hora aproximadamente), y en ellos nuestro personaje irá matando a todo quisqui al mismo tiempo que localiza objetivos y los aniquila a tiro limpio, en la Tierra o en el espacio exterior.
Los gráficos, son bastante majetes, pero hay que reconocer, que los sprites renderizados, envejecen muchísimo peor que los “dibujados”, dejan de tener esa magia que tiene el Pixel Art, en especial, cuando los ampliamos.
En definitiva, estamos ante un juego variado, no muy largo, que desde luego, se esfuerza en mantener la atmósfera y el cachondeo del Cómic, no es una de esas maravillas de Saturn, por las que se derramaron lágrimas al no distribuirse en nuestro país, sino que más bien es uno de tantos del catálogo 2D de la consola, un poquito por encima de Johnny Bazookatone o The Hulk.
Por cierto… dado que la mejor manera de disfrutar un poco con este juego es pasearlo.. ¿que tal un truco para elegir fase?, pues aquí está:
En la pantalla de título, pulsad al mismo tiempo Abajo/Derecha+Y+Start y escucharéis el contestador automático de Scud que os indicará que el truco está activo.
Una vez en el juego, pulsando los botones laterales de “Left” y “Right” al mismo tiempo pasaréis de fase.
¡Ah!, para jugar con Drywall, hay que terminar el juego y ya queda desbloqueado.