Durante las vacaciones, uno a veces se encuentra cosas muy curiosas, y más, si este tiempo de relax es en Disneyworld, en Orlando USA.
Estas dos máquinas, son sólo un pequeño ejemplo de que las recreativas siguen bastante vivas, al menos en esta pequeña dictadura gobernada por el ratón con orejas de plato y nariz de aceituna.
En todos los hoteles que rodean los parques de Disney, se esconden como tesoros, unas salas arcade, en las que se pueden encontrar esas peligrosas (para tu bolsillo, en especial si vas con un niña de 5, adicta a los juegos) máquinas que dan tickets, que se canjean por regalos, junto a un buen puñado de recreativas, que vienen de todas partes, desde versiones de Need 4 Speed o Sega All Star Racing, hasta (y esto es lo que me ha sorprendido), arcades con pantalla táctil, que no son más que versiones simplificadas de algunos exitos del mercado casual de teléfonos y tabletas.
A parte de estos curiosos rincones, en el corazón del Downtown de Disney, todo un complejo preparado para dejarnos sin blanca, nos encontramos con Disney Quest, una copia descarada del concepto inventado por Sega en Segaworld, o sea, un inmenso espacio lleno de recreativas de todos los tiempos, con algunos simuladores muy molones, en el que pagando un sablazo único, podemos jugar a todo lo que queramos.
En este oasis jueguil, entre clásicos en estado tan perfecto que parece que salieron ayer de la fábrica (serán emuladores?), me encontré con esta delicia, un salón lleno de recreativas de Fix-it Felix Jr., que tienen todas las voces que faltan en las versiones caseras e incluso fallos en el vídeo como si de verdad fueran placas hechas polvo por el paso de los años.
Toda una gozada, pero nada comparado como ver a los niñatos viciarse con recreativas en con las que crecimos nosotros, o con las que podíamos haber crecido, como la de Ralph.
Fantastico, lastima que aqui ya no quede ninguna sala…