Uno de cuando en cuando se lleva sorpresas, y últimamente, me estoy llevando muchas con los juegos programados con las últimas versiones del Gamemaker, que lejos de los fallos de los que estaban programados con las primeras versiones (cantaban a la legua), se están revelando como pequeñas maravillas (por supuesto, empre que el programador sea hábil), y algunas de ellas muy originales.
El juego de hoy, con un nombre difícil de recordar, que significa pesadilla en Finlandés, tiene por protagonista a un chico, que se ha metido en su propio sueño y para salir, tiene que ir recogiendo mariposas, que le irán otorgando nuevos poderes, con los que podremos avanzar en el mapeado.
Los gráficos, son simples, pero brillantes, bien animados, con numerosos efectos de luz, el juego, se controla a las mil maravillas, y te engancha cosa mala, porque en su simpleza radica la gracia de este plataformas.